Identifica y valora las
características corporales y emocionales en sí mismo y en los demás.
DIMENSION:
Cognitiva, artística y
corporal.
ACTIVIDAD RECTORA:
El arte.
EJE TEMÁTICO:
Las partes del
cuerpo humano.
FUNCIONAMIENTO COGNITIVO:
Identifica la
composición interna y externa de su cuerpo.
Reconoce la
importancia de cuidar su cuerpo.
Aprende a
querer y respetar cada parte de su cuerpo.
DESCRIPTORES DE
DESEMPEÑO:
Reconoce las
partes de su cuerpo y las señala.
Reconoce cómo funciona su cuerpo.
COMPETENCIA(S):
Representa su cuerpo a
través de diferentes lenguajes artísticos (dibujo, danza, cultura, rondas,
entre otros).
ACTIVIDAD DESCRIPCION:
Motivación
Canto para motivar la actividad “Cabeza, hombros,
rodillas, pies”.
Conocimiento
del tema “Las partes del cuerpo humano”.
Se realizaran preguntas a los niños y las niñas de
conocimientos previos con respecto al tema “Las partes del cuerpo humano”,
tales como:
¿Conocen el
cuerpo humano?
¿Para qué
sirve nuestro cuerpo?
¿Creen ustedes
que nuestro cuerpo es importante?
¿Habrá que
cuidar nuestro cuerpo? ¿Por qué?
Desarrollo
Con material didáctico (un rompecabezas grande
fabricado en foamy, del cuerpo humano y algunos órganos internos) los niños y
las niñas conocerán las partes de su cuerpo tanto externa como interna,
reconociendo nombres, ubicación, funciones y movimientos de las partes del
cuerpo y el cuidado que debemos darle al mismo. Luego desarmaremos el
rompecabezas con el fin de que los niños y las niñas participen activamente
armándolo.
Evaluación
En mesas de trabajo de 6 estudiantes realizarán con
plastilina un cuerpo humano identificando partes y sexo, después,
preguntaremos a los niños y las niñas ¿Qué aprendimos hoy?, dejándoles como
compromiso dibujar el cuerpo humano y sus partes en el cuaderno. Para
finalizar la actividad ubicaremos el material didáctico en el aula de clases
como ambientación.
ESTRATEGIA DE PROFUNDIZACIÓN:
Rutina
Actividad
lúdica con plastilina.
Tarea –
Dibujar el cuerpo humano en el cuaderno.
EVIDENCIAS DE APRENDIZAJE:
Material elaborado en clase:
Cuerpo humano en
plastilina.
Armado del
rompecabezas del cuerpo humano.
RECURSOS UTILIZADOS:
Cantos.
Rompecabezas
del cuerpo humano fabricado en foamy.
Plastilina.
OBSERVACIONES:
Con esta
actividad también reforzaremos el tema de los colores ya que, hay algunos
estudiantes que presentan falencias con este tema y el material didáctico nos
facilita la doble actividad.
Esta actividad
fue orientada por la docente titular del grado transición.
BIBLIOGRAFIA:
Actividades lúdicas y
espontaneas.
Mineducación.
(2016). Derechos básicos de aprendizaje. Colombia. Editorial Día E.
La estimulación temprana, estimulación precoz o atención temprana es un grupo de técnicas para el desarrollo de las capacidades y habilidades de los niños en la primera infancia. Es el grupo de técnicas educativas especiales empleadas en niños entre el nacimiento y los seis años de vida para corregir trastornos reales o potenciales en su desarrollo, o para estimular capacidades compensadoras. Las intervenciones contemplan al niño globalmente y los programas se desarrollan teniendo en cuenta tanto al individuo como a la familia y el entorno social que lo rodea.
La importancia de la estimulación temprana
Las dificultades para movilizarse, para agarrar un lápiz en incluso para expresarse en las personas, puede ser producto de una inadecuada estimulación obtenida desde muy temprana edad, lo que es llamado falta de “Estimulación temprana” en los niños.
Al escuchar este término, muchas personas piensan que se trata de ejercicios físicos o intelectuales únicamente para niños con problemas de aprendizaje o que es un trabajo que se realizará a una edad adecuada para entrar al kinder o el colegio.
Sin embargo, la estimulación temprana se basa en conocer como se forma la estructura del cerebro, para estimular y fortalecer cada una de sus etapas, crear una estructura cerebral, sana y fuerte, tanto física como intelectualmente, y se habla de “temprana” porque se realiza en los primeros 5 años de vida de los niños, que es el período donde el cerebro crece hasta su tamaño estándar.
El cerebro humano produce desde el nacimiento, células nerviosas llamadas “neuronas” que son las encargadas de transmitir la información que proviene del exterior a través de los sentidos.
Estas células nerviosas necesitan conectarse entre ellas para transmitir respuestas obtenidas del entorno, por lo tanto, sino recibe una adecuada estimulación de los 5 sentidos, no podrán conectarse entre ellas y será muy difícil desarrollar ciertas habilidades en un futuro, por lo tanto, la estimulación temprana se basa tanto en ejercicios físicos como intelectuales; se trata de conocer el proceso de formación del cerebro de acuerdo a cada etapa de vida y acelerarlo para aumentar su inteligencia y lograr que cada uno de los sentidos trabaje de manera correcta.
La mala estimulación
Cuando se brinda una mala estimulación, se impide el desarrollo de otras habilidades cerebrales, por ejemplo, si un niño es estimulado únicamente para que sea futbolista, tendrá problemas al momento de realizar actividades que incluyan un reto intelectual mayor.
Es importante estimular la mente de los niños en la infancia para que tengan un criterio claro de lo que van a ser cuando sean grandes. Por lo anterior, el objetivo de una buena estimulación nunca será formar genios en un área especifica, sino brindar una amplia variedad de conocimientos y que de esta manera puedan escoger más fácilmente el futuro a seguir.
Problemas de aprendizaje
Existen diferentes problemas que tienen los niños que les dificulta el aprendizaje, tales como: lesión cerebral, hiperactividad, déficit de atención, estrabismo, dislexia, retraso o retardo mental, problemas de aprendizaje, problemas de lectura, con síndrome de Down, autismo, etc.
El juego es uno de los elementos importantes para la estimulación temprana en los niños
En estos casos es necesario identificar en que parte de la estructura cerebral está la lesión, que ocasiona que su desarrollo se frene (retraso o retardo etc.) o esté deficiente presentando uno o varios de estos síntomas de acuerdo a la lesión (hiperactividad, dislexia, etc). Para estimular el cerebro y lograr desarrollar posteriormente una estructura sana y fuerte por medio de estímulos crecientes en intensidad, frecuencia y duración, respetando el proceso ordenado y lógico con que se forma esta estructura. Como estimular a los niños
Desde el vientre materno puede comenzar a estimularse el desarrollo del lenguaje, colocando música instrumental o clásica y al mismo tiempo leerles cuentos, ya que disfrutan el sonido del ritmo de las palabras.
Para trabajar en el desarrollo de habilidades finas, como agarrar un lápiz o una cuchara, se trabaja desde la edad de 5 meses en adelante, brindándole en la mano juguetes pequeños al niño para que experimente con ellos, como títeres de dedo, bolsitas de aire, chinchines, etc.
Cuando un niño tiene mayor habilidad para cierta tarea, se debe explotar esa área sin olvidar trabajar siempre en las otras habilidades que necesita.
Consejos para los padres al aplicar la estimulación temprana
Respetar el tiempo de respuesta de tu hijo. Elige un momento tranquilo para jugar con él. Evita jugar con tu hijo cuando notes que él está cansado y sobrecargado de tareas y de estímulos.
Elige objetos agradables al tacto, al oído, al paladar, y que sean claro y seguros.
Los juegos deben ir acompañados por canciones, palabras y sonrisas, también de cariño y dulzura.
El juego tiene que ser algo placentero para los dos.
Aprovecha el momento del baño para dar un masaje a tu hijo.
Usa la música mientras llevas a tu hijo en el coche o en casa.
Enseña libros a tu hijo. Si es un bebé, hay libros de tela, de plástico, con olores y distintas texturas.
El diccionario de la Real Academia Española dice que el docente es una persona que “enseña”, la vida, en cambio, demuestra que ser docente es más que “enseñar” un concepto, un procedimiento o alguna destreza manual mediante sus responsabilidades cotidianas: preparar clases, llegar puntualmente al aula, exponer ideas, dar testimonio de algunas experiencias, corregir prácticas, explicar ejercicios, devolver exámenes, publicar calificaciones, escuchar y resolver reclamos, solucionar problemas…, el docente expresa, transmite y propone una manera de ser en el mundo. Se convierte en un modelo para los estudiantes.
Ser docente, además de un proyecto profesional bien definido, requiere madurez intelectual y emocional, una posición definida respecto de los problemas del entorno, sensibilidad para comprender las dificultades de los demás y, esencialmente, honestidad intelectual para definir fortalezas y debilidades propias. Más allá de las formalidades institucionales y de la competencia para enseñar soluciones a problemas profesionales, ser docente implica promover la búsqueda de la verdad, aun sabiendo que jamás es posible alcanzarla plenamente.
Los profesores, que ejercen hace años y que se dedican predominantemente a este oficio, saben que se aprende a ser docente todos los días, en cada clase, con cada grupo de estudiantes. Su trabajo no se reduce a las actividades del aula, deben actualizarse con la lectura de textos recientes, investigar temas de su especialidad por cuenta propia y preparar estrategias para facilitar el aprendizaje de los estudiantes; si no realizan estas actividades previas corren el riesgo de fracasar, pues su público es exigente y crítico, percibe cualquier equivocación y, aunque no lo exprese manifiestamente, puede incluso formarse en silencio.
Se conoce como pedagogía al conjunto de conocimientos
asociados a la educación como fenómeno humano y social. Puede decirse que la
pedagogía es una ciencia aplicada de dimensión psicosocial, aunque para algunos
autores se trata de un arte o de un saber.
Infantil,
por su parte, es un adjetivo que refiere a lo vinculado a la infancia (el
periodo vital que comienza con el nacimiento y finaliza llegando a la
pubertad). Lo infantil hace mención a una especialidad o un género enfocado a
los niños.
La pedagogía infantil, por lo tanto, es una disciplina científica
que tiene como objeto de interés a la educación de los menores de edad. El
especialista en esta materia dispone de variados conocimientos investigativos,
metodológicos y teóricos para estar en condiciones de ejercer la docencia en el
sector de la educación primaria o incluso preescolar.
En concreto, se considera
que el especialista en pedagogía infantil debe tener los conocimientos y las
capacidades necesarias para proceder a comprender el desarrollo del niño y el
contexto en el que este tiene lugar, fomentar y propiciar el citado desarrollo,
o asimilar a la perfección las conexiones que, de un modo u otro, afectan a lo
que es el proceso de formación del pequeño en cuestión.
Para conseguir todo ello,
los distintos estudios universitarios de esta citada pedagogía lo que hacen es
establecer asignaturas y contenidos que versan acerca de cuestiones tales como
las teorías de la educación infantil, las dimensiones educativas del pequeño,
la metodología específica o la estructura organizativa del sistema educativo
actual.
Este especialista también
puede actuar de diversas maneras para reforzar los procesos educativos de esta
etapa y para influir en la socialización del pequeño.
Las tareas de estos
pedagogos también incluyen el desarrollo o el análisis de las políticas de
atención a los niños, la construcción de significados y sentidos novedosos, la
investigación sobre las teorías de educación y la elaboración de propuestas que
propicien la autonomía y el pensamiento crítico.